Es una valoración de papel, lápiz y tareas manipulativas que permiten determinar el perfil neuropsicológico de la persona, es decir, su rendimiento en atención, concentración, funcionamiento ejecutivo, memoria visuoespacial y memoria verbal.
Esta valoración se acompaña de un breve rastreo de la esfera emocional con el objetivo de detectar posibles interacciones con la performance cognitiva.
Evalúa las funciones cognitivas superiores
Los aspectos emocionales y conductuales de la persona
Las aptitudes fuertes y débiles y la conducta observable
Conocer el rendimiento de la persona a nivel de las capacidades cognitivas principales en el momento actual.
Determinar el punto de partida previo a una posible intervención.
Conocer puntos fuertes y débiles funcionales