En los últimos años de la década de los 80, Sue y Sigfried Othmer comienzan a desarrollar protocolos y tecnologías basadas en la técnica de Neurofeedback. Su interés para embarcarse en esta aventura surge del diagnóstico de su hijo: con epilepsia e hiperactividad.

Sue y Siegfried comienzan a trabajar en un método terapéutico que sustituya una medicación que parece ineficaz y sin aparentes efectos sobre su hijo Brian. Sue, una especialista en fisiología del cerebro, y Sigfried, físico con experiencia en la tecnología aeroespacial, investigan las propiedades de la técnica de Neurofeedback.  Un procedimiento que se muestra como una alternativa segura y eficaz al tratamiento de Brian. Ambos desarrollan nuevos protocolos e instrumentación para una técnica que en un principio está poco explorada y comienzan a mejorar su eficiencia actualizando y mejorando la técnica a lo largo de más 25 años.

El método desarrollado por los Othmers no es el único basado en esta técnica. Existen diferentes procedimientos que desarrollan entrenamientos basados en «feedback» con el cerebro. Los más conocidos hasta el momento son: el clásico entrenamiento de bandas de frecuencia, entrenamiento SCP (Slow Cortical Potential = Potenciales Corticales Lentos) y entrenamiento bipolar.

Los síntomas son protagonistas en el Método Othmer. Los parámetros o variables del «feedback» o retroalimentación se modulan en función de sus efectos en los pacientes. El trabajo con frecuencias muy bajas (ILF – «infra low frequencies») es otra sus características, frecuencias que han demostrado ser más eficientes en el entrenamiento. Los protocolos SCP también utilizan este bajo rango de frecuencias. Actualmente, el Método Othmer se considera una integración de los tres procedimientos eficaces mencionados anteriormente.