Vivimos en una cultura dominada en muchos ámbitos por el estrés. El desenfreno en nuestros hábitos de consumo, actividades y tareas no parecen tener fin. Pero, ¿necesitamos todo aquello que consumimos? ¿Nos poseen nuestras cosas? Esto mismo se pregunta Natalia Martín Cantero en su artículo de El País. ¿Por qué lo superfluo ocupa tanto espacio? Léelo aquí o haz clic en la imagen.