La recogida de métricas de esta actividad es realizada a través de unos electrodos situados sobre el cuero cabelludo de forma no invasiva, ya que dichos electrodos solo funcionan recogiendo información de la actividad. Esta información es entonces procesada a través de un programa informático generando un «feedback» , sobre el cual la persona emisora de la actividad puede actuar facilitando de este modo la capacidad del cerebro para autorregularse.
Un modo interesante de visualizar el funcionamiento de esta técnica es situarnos en una clase de danza e imaginar las dificultades que habrían si ésta no tuviera espejos («feedback»), sería muy difícil realizar los movimientos correctamente. Neurofeedback actúa como un espejo para nuestro cerebro.
Esta técnica se caracteriza por:
Nuestro cerebro es un sistema altamante dinámico, realiza reajustes constantemente dependiendo de los estímulos que recibe. Neurofeedback entrena esa función de autorregulación para que seamos capaces de mantener nuestra actividad cerebral dentro de unos límites adecuados.
Dado que nuestro cerebro controla todo nuestro organismo, podemos conseguir una mejoría sustancial tanto a nivel psicológico como físico.
En una primera sesión, uno de nuestros especialistas en Neurofeedback realiza una entrevista detallada con usted para averiguar sus hábitos, problemas y objetivos. Esta reunión facilita la información necesaria para personalizar su tratamiento.
Una vez determinados sus objetivos y metas, se establece la frecuencia de las sesiones y la duración del tratamiento.
Durante la sesión, usted se sentará en un cómodo sillón y se concentrará en unas imágenes presentadas en una pantalla, mientras se registra su actividad eléctrica cerebral (electroencefalograma). Las características (velocidad, nitidez…) de las imágenes que usted está viendo (película, juego…) se modificarán según la actividad cerebral registrada, de manera que el sistema fomentará la actividad deseada.
El entrenamiento o la terapia con neurofeedback es un proceso aplicable a cualquier aspecto del funcionamiento cerebral susceptible de ser medido. Se utiliza en la mejora de diferentes trastornos o problemas, como por ejemplo: ansiedad, migrañas, fobias o estrés. Entre otros desórdenes que se pueden tratar se encuentra el autismo, el estrés postraumático, la anorexia y la bulimia, la depresión, el insomnio, etc.