Una amiga me recomendó Neurovitalia y específicamente el trabajo de las frecuencias alpha y theta. Los primeros tratamientos fueron para ejercitar el cerebro y entrenarlo. Una especie de calentamiento para el tratamiento posterior (Alpha y theta). Debo decir que me produjo cierto escepticismo, y un poco de frustración. Estamos acostumbrados a recibir todo inmediatamente, y ver los resultados en seguida. El Neurofeedback no funciona de esta manera. Hace falta saber andar antes de correr. Me sentía que se tardaba demasiado en llegar a lo que realmente quería. Decidí seguir. Ahora llevo 5 sesiones de alpha y theta y no me arrepiento. Una vez llegados al tratamiento de Alpha Theta, me dí cuenta de lo necesario que era realizar los ejercicios anteriores. Las mejorías que he podido cuantificar de alguna manera son: mayor velocidad de enfoque y para cambiar la dirección de dicho enfoque, la capacidad de mantener la concentración sobre un tema durante mas tiempo, y mejor control sobre mi reactividad emocional. Con el neurofeedback, hace falta paciencia, hace falta creer para ver (por lo menos al principio), y lo que sentirás no te decepcionará. Recomiendo Neurovitalia para aquellas mentes inquietas que buscan estar al máximo de sus capacidades. Es mi gimnasio mental, y Pablo es un «coach» excelente, que sabrá guiarte y adaptarse a tus necesidades como individuo.»

En esa época, en la que casi todos nosotros(empresarios, comerciales o directivos) pasábamos por un momento yo diría que similar, un buen amigo, director de una importante empresa con delegación en Las Palmas, me contó su grata experiencia en Neurovitalia y como el “neurofeedback” le estaba cambiando la vida.

Sinceramente me sonaba muy extraño eso que me contaba de ver unas naves volando en un televisor con unos electrodos en la cabeza, aunque sin muchos detalles, entre otras cosas, para no sugestionarme o quizás el tampoco lo entendía muy bien… Lo cierto es que sin demasiadas esperanzas, más que las de probar cualquier cosa que me pudiese venir bien a mi cabeza para desconectar, me animé a visitar Neurovitalia en su antigua sede de Las Palmas.

Asistí intrigado a la primera cita donde conocí a Elena Llamas, quien desde el primer momento me hizo sentirme en una compañía llena de respeto, profesionalidad, preparación y lo que más valoré, absoluta vocación. Efectivamente me encontré con lo que mi amigo me había comentado y mucho más, el comienzo fue ilusionante y los progresos fueron muy productivos (por supuesto, precedido de constancia).

Mi nivel de estrés comenzó a mermar y lo que es más importante, aprendí a ser capaz de identificarlo rápidamente, tomar consciencia de ello y ser capaz de controlarlo con mayor facilidad.

Sinceramente, recomiendo esta herramienta que nos ofrece nuestra compañera Elena a absolutamente todo el mundo y más en particular a los que necesitamos liberarnos no solo del estrés cuando ya es una carga pesada, sino como arma preventiva, utilizar sus servicios como las herramientas que engrasan nuestro funcionamiento mental, que es el motor que impulsa al éxito nuestra vida laboral cuidándolo y evitando que una mala gestión haga que la vida laboral interfiera negativamente en nuestra vida personal.