Nuestra salud depende de nuestra alimentación. Una dieta equilibrada y saludable nos ayudará a que nuestro organismo funcione adecuadamente, prevenir enfermedades y evitar su degeneración. Investigaciones actuales confirman que, además, nuestra dieta es clave en nuestra salud mental.
Una alimentación adecuada y equilibrada es sinónimo de vida saludable y bienestar físico y emocional. Nuestro cuerpo requiere de energía y nutrientes para su correcto desarrollo y funcionamiento y debemos cubrir esas necesidades. El cerebro es el centro de operaciones de nuestro cuerpo y es afectado por nuestra dieta como el resto de nuestros órganos.
Investigaciones actuales demuestran que podemos mejorar nuestra capacidad de memoria y concentración diaria, además de evitar y prevenir enfermedades degenerativas del tejido cerebral como el Alzhéimer, siguiendo una dieta baja en grasas saturadas y controlando el exceso de calorías.