Hace ya muchos años, y por puro azar, tuve mi primer contacto con Neurofeedback. Hasta ese momento no había oído ni siquiera su nombre, como quizás te haya pasado a ti que lees esto.
Por esa fecha un hecho llamó poderosamente mi atención: un familiar, que llevaba mucho tiempo con una depresión muy grave y que apenas salía de su habitación ni quería ver a nadie, tras haber probado toda suerte de medicamentos y terapias -así como profesionales-, y sin resultado alguno, contactó con Jyri (director de NeuroVitalia) y estuvo tratándose con Neurofeedback unas sesiones, no más de diez. Tras el entrenamiento coincidí con él y el cambio que se había operado en él era tan profundo que parecía (y sigue siendo) otra persona. Alegre, locuaz, feliz. De no salir de casa pasó a no entrar en ella.
Llevado por mi intuición supe que quería conocer qué era Neurofeedback.
Contacté con Jyri y acordé un encuentro en Tenerife unos pocos días más tarde. Lo que siguió después se puede resumir en que la información, formación y datos que me facilitó me animaron a trabajar en NeuroVitalia y con Neurofeedback.
Y aquí continúo, con el mismo entusiasmo que me produjo aquel primer contacto, pero con dos largos años de experiencia clínica que me reafirman en mi primera intuición: Neurofeedback es una certeza.
Los resultados de su aplicación en trastornos y personas tan diferente (migrañas, depresión, TDAH…) son espectaculares. Una terapia no invasiva y lúdica que mejora la calidad de vida de las personas.
Quiero compartir contigo, que me lees, esta experiencia. Quiero que sepas que sí hay solución a tu problema, que Neurofeedback ha ayudado a muchas otras personas que llegaron sin esperanza y han mejorado su vida. No tires la toalla. Neurofeedback funciona y nosotros haremos todo lo posible para ayudarte.
Pablo Holguin.