En las dos últimas décadas se ha estado investigando el uso del Neurofeedbak como un refuerzo de técnicas terapéuticas  tradicionales en el tratamiento de  pacientes que sufren de algún tipo de adicción a sustancias estupefacientes, desde drogas a tabaco o alcohol.

El Neurofeedback es una técnica  no intrusiva y que no presenta prácticamente ningún tipo de efecto secundario significativo por lo que se convierte en el complemento perfecto de técnicas terapéuticas  más tradicionales como por ejemplo la psicoterapia.

En el caso de pacientes que sufren de algún tipo de adicción a alguna sustancia, el uso del neurofeedback, no sólo les ayuda a reconstruir enlaces neuronales estables, a regular de nuevo la estabilidad emocional y a reforzarse mentalmente hacia el cambio y la toma de decisiones potenciando la motivación y la autoestima, sino que además puede suponer una disminución progresiva de la toma de medicamentos sedantes y antidepresivos. Estos medicamentos suelen presentar el problema de que poseen un gran potencial de producir a su vez otro tipo de adicción,  al ser usados como contramedida del duro síndrome de abstinencia que sufren los pacientes en las primeras etapas de sus tratamientos.